Un año más que termina. Un montón de nuevos deseos. Un montón de promesas nuevas (además de las mismas de siempre), que terminaré por no cumplir.
Una balanza desequilibrada de pros y contras del año que se va... Recuerdos de un 2008 que me propongo borrar de mi memoria, brindando en su honor, sin eliminar del todo el aprendizaje adquirido.
Una nostalgia que me transporta años atrás y una tristeza que me comprime el corazón, forzando algunas lágrimas que no quiero dejar salir.
Fantasmas de un pasado mejor que invaden cuartos vacíos e intentan darme un empujón a un futuro que me hicieron creer que puedo cambiar.
Un innecesario brindis por los que ya no están que me termina por dejar atontada durante el resto de la velada, intentando dominar a ese par de lágrimas que buscan escaparse, cada tanto.
Cansada de la rutina de todos los años, me rindo. Me entrego a los deja vu´s e intento dejarlos pasar, sin demasiada sorpresa.
Decido adoptar un nuevo amuleto al que atribuiré, al final de cuentas, la culpa de todos los infortunios del año que empieza y la responsabilidad de las situaciones exitosas. Simple cábala, necesidad de creer en algo, supongo. Asumiendo que el horóscopo tendrá razón y el año que viene será mejor, sólo porque necesito que así sea.
Y, como todos los años, pensando que mis deseos pueden influir en el cosmos, destino o como quieran llamarlo, les deseo lo MEJOR, de corazón (y cerrando los ojos con fuerza... jajaja), en este 2009 que tanto se hizo esperar!!!
Una balanza desequilibrada de pros y contras del año que se va... Recuerdos de un 2008 que me propongo borrar de mi memoria, brindando en su honor, sin eliminar del todo el aprendizaje adquirido.
Una nostalgia que me transporta años atrás y una tristeza que me comprime el corazón, forzando algunas lágrimas que no quiero dejar salir.
Fantasmas de un pasado mejor que invaden cuartos vacíos e intentan darme un empujón a un futuro que me hicieron creer que puedo cambiar.
Un innecesario brindis por los que ya no están que me termina por dejar atontada durante el resto de la velada, intentando dominar a ese par de lágrimas que buscan escaparse, cada tanto.
Cansada de la rutina de todos los años, me rindo. Me entrego a los deja vu´s e intento dejarlos pasar, sin demasiada sorpresa.
Decido adoptar un nuevo amuleto al que atribuiré, al final de cuentas, la culpa de todos los infortunios del año que empieza y la responsabilidad de las situaciones exitosas. Simple cábala, necesidad de creer en algo, supongo. Asumiendo que el horóscopo tendrá razón y el año que viene será mejor, sólo porque necesito que así sea.
Y, como todos los años, pensando que mis deseos pueden influir en el cosmos, destino o como quieran llamarlo, les deseo lo MEJOR, de corazón (y cerrando los ojos con fuerza... jajaja), en este 2009 que tanto se hizo esperar!!!
